“Veterinaria Alem es más que una tienda para mascotas, es un espacio donde resolvemos todas las necesidades en un solo lugar, desde accesorios, nutrición, peluquería y farmacia, hasta cirugía, internación y laboratorio veterinario”, nos cuenta Gastón Kantor, quien, con 48 años, es la cuarta generación presente en el negocio, y quien lidera la dirección general y la expansión de Veterinaria Alem.
La verdadera transformación de la marca, que nació hace 70 años, comenzó durante la crisis argentina entre 1998 y 2002. Mientras otras empresas cerraban sus puertas, Veterinaria Alem tomó la oportunidad de crecer, estableciéndose en locales previamente ocupados por bancos. Este movimiento (estratégico) no solo amplió su alcance, sino que coincidió con un boom de cuidado de mascotas que les permitió posicionarse en el mercado.
Posteriormente, en 2008, la marca dio otro salto clave con el desarrollo de un modelo de franquicias que potenció aún más su expansión. Actualmente, Veterinaria Alem cuenta con 28 locales en Argentina, de los cuales 20 operan como franquicias, y 3 sucursales en Uruguay, con dos propias y una franquiciada.
Planes de expansión: Argentina (y más allá)
Con una gran presencia en Córdoba, donde operan 15 locales, la estrategia para 2025 de Veterinaria Alem se centra en reforzar la cobertura en el norte del país. “Queremos volver a provincias como Tucumán y Salta, y llegar a Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Luis, Mendoza, Corrientes, entre otras”, señala Kantor. Asimismo, en Uruguay, la meta es abrir dos locales propios más este año, consolidando así aún más su presencia internacional.
Además, la marca, con una imagen recientemente renovada, apuesta por abrir sucursales en centros comerciales ubicados en barrios cerrados, un cambio que busca diferenciarse de los clásicos pet shops y subrayar su posicionamiento como una veterinaria de pequeños animales con servicios premium.
Su modelo de franquicias
El modelo de franquicia de Veterinaria Alem está diseñado para quienes deseen involucrarse activamente en la operación. Con una inversión inicial que comienza en US$ 30.000 para un pet shop de 40 m2 aproximadamente, y US$ 55.000 para locales de 80 m2 con servicios veterinarios integrales, los franquiciados reciben formación, capacitación y un acompañamiento constante. El canon de ingreso es de US$ 12.000.
La diversificación de ingresos es clave en el negocio: en promedio, un 40% proviene de la venta de alimentos y accesorios, 20% de productos farmacéuticos, 25% de servicios estéticos, y 15% de servicios veterinarios.