La multiplicidad de servicios en los cuales se buscaba mejorar costos en este sentido, lograron que se dejara de ver como un gasto adicional, para pasar a ser un valor que devolviera eficiencia.
Así mismo, más aquí en el tiempo y habiendo roto algunas barreras o conceptos empresariales, es que ya no se busca simplemente cubrir un rol operativo, sino incorporar equipos profesionales, con formación, experiencia comprobada y sentido de pertenencia. Por eso, se prioriza contar con un proveedor que no solo aporte personas, sino respuestas integrales que funcionen con el mismo estándar de exigencia que la empresa aplicaría a sus propios equipos.
“No es casual que la demanda se haya ampliado más allá de las empresas con dotaciones o infraestructura de envergadura. Hoy, también las pymes se interesan por este tipo de soluciones, entendiendo que les permite concentrarse plenamente en su negocio principal sin distraerse en aspectos que requieren otra especialización y dedicación”, comenta Jeremías González Ferioli, CEO del Grupo Consultores de Empresa.
La compañía con sede en Córdoba y treinta sucursales en el país, Chile y Uruguay; dentro de sus soluciones en tercerización de procesos, cuenta con unidades especializadas en limpieza y seguridad -Óptima Seguridad y Óptima Limpieza sus nombres-. Ambos servicios se desarrollan bajo el mismo concepto: personal estratégicamente seleccionado, con perfiles acordes a cada necesidad, seguimiento permanente, capacidad de gestión llave en mano y foco en los resultados. Esto incluye desde el diseño de esquemas de trabajo a medida para edificios, industrias o comercios, hasta procesos de actualización continua en tecnologías, normativas y protocolos de seguridad e higiene.
Otro aspecto que impulsó el crecimiento del rubro es el salto en el perfil del personal involucrado. Lejos de los viejos preconceptos, tanto los servicios de limpieza como de seguridad pasaron a ocupar un lugar reconocido dentro del esquema de valor de las organizaciones. Se dejó atrás la mirada secundaria hacia estas posiciones y las características humanas, altitudinales y formación de estos colaboradores. “Los perfiles que seleccionamos y proponemos responden a criterios de experiencia, antecedentes y habilidades blandas. Sabemos que una buena impresión comienza en estos detalles: un edificio impecable, un equipo de vigilancia que inspire confianza. Las personas son el diferencial”, afirma González Ferioli.